Por el senador David A. Hirtz (UCR - Cambiemos)
Entre las tantas reformas de fondo que en algún momento deberemos debatir en nuestra amada tierra está el sistema electoral y político, que lejos de modernizarse y hacerse más efectivo y comprensible viene sufriendo modificaciones en forma permanente siempre atadas a las necesidades políticas y electorales del poder de turno.
Esas consecuencias habremos de vivir este año donde cada provincia y el propio gobierno nacional evalúan manejar el calendario electoral en función de los intereses y complejidades de su propio lugar.
¡Así es como ya hoy podemos adelantar que tendremos quince domingos electorales en el país! Sin contar la posibilidad de una segunda vuelta o ballotage presidencial.
El calendario oficial (Ley Electoral) se iniciará oficialmente en abril con la publicación de los padrones provisorios para que en mayo se convoque a las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de modo que el 24 de junio los partidos políticos deban oficializar sus precandidatos y el 13 de agosto se realicen las elecciones primarias que nos llevarán al 22 de octubre día de las elecciones generales para elección de todos los cargos nacionales: Presidente y Vice, Senadores y Diputados de la Nación. Si la fórmula ganadora no logra en esa primera vuelta un caudal superior al 45% de los votos o más del 40% con una diferencia superior al 10% sobre el segundo, habrá segunda vuelta el 19 de noviembre.
Pero como dijimos, cada cual busca adecuar sus tiempos electorales a la realidad local y en general ante la mala imagen del gobierno nacional en las encuestas los propios (y algunos ajenos) buscan separar la elección local de la nacional para que su efecto negativo no los perjudique.
Un caso paradigmático sería la provincia de La Pampa que podría votar cinco veces en 2023: En febrero se han convocado allí las PASO, el 14 de mayo la elección provincial de gobernador y vice más legisladores. Luego las PASO y elecciones generales de Nación y si hay ballotage nuevamente en noviembre.
Pero el desdoblamiento alcanza a la mayoría del territorio nacional: Ya convocadas o al menos anunciadas habrá elecciones en Neuquén en marzo, en abril La Rioja y Río Negro, en Mayo Jujuy, Salta, San Juan, Tucumán, Formosa y La Rioja. En junio: Misiones, San Luis, Córdoba y Tierra del Fuego, en agosto Santa Cruz y en septiembre Santa Fe, Chaco, Entre Ríos y Mendoza.
Hasta ahora mantienen la misma fecha que la Nación: las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chubut, Santiago del Estero y la Ciudad de Buenos Aires. En el caso bonaerense hasta el mes de mayo que el gobierno nacional convoque oficialmente, nuestra Provincia podría aún desdoblar, aunque ello seguramente estará siendo analizado por el gobierno provincial a la luz del impacto que puede provocar la ausencia (hasta ahora) de la ex presidente Cristina Fernández en las boletas bonaerenses.
Como se ve, un verdadero rompecabezas bastante alejado de la cotidiana realidad de pobreza, desempleo, inseguridad, mala calidad educativa, inflación y tantos males cotidianos que no aparecen en el radar del gobierno como prioridades.
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