Se trata de Patricia Martín, quien junto a Francisco Romaniello y Lorena Eberle estudiaron en Pigüé y Coronel Suárez y son parte de la primera promoción en la región. ¿Qué harán ahora?.
Francisco Romaniello quiere ser pediatra y poder desplegar su vocación para ayudar a la gente. Su papá, destacado pediatra y neonatólogo, fue una gran inspiración para él quien siempre se sintió atraído por la Medicina.
Lorena Eberle, de Pueblo Santa María (a 17 km de Coronel Suárez) y dio un giro radical a su vida cuando decidió estudiar Medicina ya que es Técnica en Emprendimientos Turísticos de la UPSO-UNS. Sin embargo, algo pasó en su vida que la llevó a cambiar el rumbo.
Patricia “Pato” Martín es enfermera, es de Darregueira y hacía dedo en la ruta para llegar a la cursada. En mitad de la cursada quedó embarazada. Tuvo a su esposo con una enfermedad muy grave. Su papá, quien hoy ya no está físicamente, la incentivó a estudiar lo que siempre soñó.
Francisco Romaniello: “No solo me gusta ayudar, siento la vocación"
Tiene 29 años, nació en Bahía Blanca y estudió la carrera de Medicina en Pigüé y Coronel Suárez.
Rindió el examen para ingresar en Medicina en Bahía Blanca, en la UNS, con un cupo de 60 estudiantes y él quedó 61. Luego la carrera se abrió en la zona, con un cupo para 16 alumnos, y allí, finalmente, tuvo la oportunidad de ingresar.
A Francisco siempre le gustó y le interesó la Medicina ya que tuvo como fuente de inspiración a su papá, Héctor Romaniello, destacado pediatra y neonatólogo de nuestra ciudad. “Siempre, desde chico, veía la alegría de las personas cuando se sentían ayudadas por mi papá y también cómo valoraban su forma de atender”, contó.
Francisco Romaniello y su papá Héctor, día posterior al egreso y triunfo de Argentina en el Mundial.
“Logré sentir esa sensación de bienestar de ayudar a alguien. Pero elegí la carrera no solo porque me gusta ayudar, siento la vocación”, contó.
Uno de los mayores obstáculos en estos años fue la pandemia. “Me preocupó mucho porque pensé que íbamos a tener muchas dificultades para atender a la gente y hacer las cursadas, creía que no íbamos a poder hacer las prácticas estando cara a cara con las personas”, dijo.
Comentó que durante este período tuvo la oportunidad de hacer seguimiento de las personas que tenían Covid y que eso resultó una grata experiencia porque pudo aprender y a la vez darles una mano. “Mis padres y mi hermana estuvieron conmigo y me bancaron bastante para que pudiera estudiar. Tengo una alegría muy grande”, dijo.
“Me gustaría hacer pediatría y dedicarme luego a algo más específico, una subespecialidad. Me quedaré en Bahía que hay más complejidad y es mi ciudad”, dijo.
Lorena Eberle: “Nunca estuvo en mis planes ser médica”
Tiene 32 años, es oriunda de Pueblo Santa María, ubicado a 17 km de la ciudad de Coronel Suárez, no pensaba dedicarse a la Medicina, pero un episodio familiar la llevó a iniciar y sostener sus estudios y gracias a ello hoy tiene su título.
“Nunca estuvo en mis planes ser médica, pero en mayo de 2016, mi abuela es internada y a los pocos días fallece. En el mes de septiembre me llega un mail con las carreras de la UPSO, ya que yo soy egresada de la Tecnicatura en Emprendimientos Turísticos de la UNS-UPSO, y me inscribí en la carrera de medicina”, contó.
Su abuela se llamaba Amanda.
Todo para celebrar: día del examen final.
“Una vez que ingresé le comenté a mi familia, que había decidido dejar el Turismo para ser médica, cosa que los sorprendió, pero siempre me apoyaron”, dijo.
Como el resto de sus colegas cursó en las localidades de Pigüé y Coronel Suárez además de viajar a Bahía Blanca durante los 3 primeros años, una vez por semana a las clases presenciales de un grupo numeroso.
“Vivo con mi pareja, Bauer, como lo conocen mis compañeros, el cual me apoyó y bancó en estos seis años, permitiendo que me dedicara 100% a la carrera. Le estoy muy agradecida porque son muchas horas las que uno invierte en el estudio para poder llevar la carrera al día, además de los viajes diarios a Pigüé”, subrayó.
Con el diploma junto a su pareja.
El 17 de diciembre se recibió en esta primer promoción de médicos de la zona y el 18 ganamos el Mundial de Fútbol. “Son fechas que quedarán para siempre grabadas en nosotros”, dijo.
Se está preparando para rendir el examen de residencias y especializarse en Diagnóstico por Imágenes, ya que durante el último año de la carrera pudo hacerla como optativa y le encantó.
“En Suárez estuve con la Dra. Casadey y el Dr. Brodsky y en Bahía en servicio del Hospital Penna. La idea es poder realizar la residencia y volver a mi pueblo para poder ejercer”, expresó.
Pato Martín: “Me gustaría ejercer en clínica médica”
Patricia fue noticia tiempo atrás, en este medio (antes del acto de entrega de los diplomas) por su peculiar historia ya que estudió con mucho esfuerzo y logró superar grandes adversidades como la enfermedad de su marido, quien tenía Linfoma No Hodking, y la situación de hacerse cargo de sus padres, quienes no estaban bien de salud.
Su papá falleció pero antes de partir la instó a inscribirse en la carrera porque sabía que era un sueño que ella había tenido toda la vida.
Patricia junto a Mariana Nair Kees, amiga y colega.
Es enfermera, oriunda de Darregueira y tiene una hija, Agustina, que se anunció cuando ella estaba en medio de la carrera. Pasó por la pandemia, por crisis económicas, pero no aflojó.
Hacía dedo para ir a cursar y trabajaba para conseguir sus metas. Hoy está estudiando para rendir la residencia y ni bien tenga la matrícula también planea trabajar en internación domiciliaria y analiza sumarse a una empresa privada como guardia en ambulancia.
Los otros médicos recibidos en esta primera promoción en la región son: Mariana Nair Kees, Julieta Bardal, María Pía Taffetani y Florencia Beatriz Vásquez. (La Nueva)
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