Si había alguna duda, bórrela, la Fiesta Nacional de la Cebada Cervera
en su edición de Oro tiene un solo destino y es camino al éxito.
“Mientras escribo no sé qué me dice / Que aunque parece que ya no hay razón / Aún podremos con lo que sucede / Porque no pueden con nuestra canción”.
Teresa Parodi en la estrofa inicial del tema musical “Resistiendo” expresa con claridad la sensación que nos gana, luego de una previa de esta edición para nada exultante en Puan, hoy la realidad es la que se impone. La Fiesta Nacional de la Cebada Cervecera tiene solo un camino.: el éxito.
El sábado por la tarde desde temprano tenía un paisaje excepcional, desde temprano el perímetro del campo de jineteada lucía como nunca antes. Con gente que lo colmaba 90 minutos antes del inicio de la rueda de grupa, con reposeras caídas detrás del peralte, porque sus propietarios no tenían espacio debajo de la estructura de sombra y solo entraban de pie. Un sábado así, quien escribe esta nota, nunca lo había visto de esta manera. Presagio del mejor, para lo que vendría.
Al igual que el viernes, sobre las 18, Guillermo Memo García autorizaba la salida del primer reservado del palenque 1, y cerca de la hora 20 finalizaba la gran final con seis caballos. En esas casi dos horas de espectáculo se vieron grandes topadas y reflejaba un público exultante que ovacionaba con gritos y aplausos cada una de ellas. Los jurados hicieron su trabajo y la clasificación final fue:
- Facundo Pratula en “La Comadreja” de Neuman de Las Flores.
- Sergio Marino en “El Bataráz” de Neuman de Las Flores
- Gerónimo Urrutia en “El Pimienta” de Mendizábal
- Nahuel Portalesen “El Temporal” de Reale
- Nahuel Abaca en “El Pelado” de Mendizábal
- Diego Pizarro en “La Segunda” de Horacio García.
En el escenario
La grilla marcaba que 21 horas debía comenzar la actividad en el escenario mayor. La gente rápidamente se mezclaba. Los que iban llegando con los que estaban. Estos últimos tomaban posición al término de la jineteada, algunos en patios de comidas y otros en el anfiteatro. El paisaje todavía con luz solar era único (imposible de imaginar el de la jornada de hoy).
El duo Sánchez-Scmitz, en esta oportunidad reforzado con percusión y bailarines, abrían la noche y casi 30 bastaron, para encender la platea. Tomaron la posta los Hermanos Montané, también contando con músicos invitados, transitaron la misma senda.
Duo Sánchez-Scmitz.
Hermanos Montané.
Seguidamente fue el turno de la apertura oficial de la noche, los fuegos de artificios, la presentación de los locutores y rápidamente la peña "Defendiendo lo Nuestro" de Puan Foot Ball Club, volvía a presentar su coreografía con una síntesis de 50 años de historia del festival.
Peña "Defendiendo lo Nuestro".
“Por Siempre Isleños”, realizaron su rutina ante un público masivo por primera vez y la devolución fue constante, palmas y aplausos para coronar este bautismo artístico.
Llegaba un momento esperado, un número que resaltaba en la grilla, para muchos jóvenes ilustres desconocidos, los que tenemos algunos años (bastante) la ratificación que no solamente son continuadores del legado, tienen vuelo propio y ya ocupan las principales marquesinas de los espectáculos más importantes del país y de Sudamérica. Destino San Javier no solo brindó un show, también humanizó el éxito, ya que no les alcanzó con actuar y ser ovacionados en el escenario, sino que descendieron a la platea para subirse cada uno en diferentes sectores arriba de una silla y cantar mezclados entre el público, contando con el respeto y la complicidad de todos los presentes que solo atinaron a llevarse una foto como suvenir. Destino San Javier quedará encasillado como uno de los show de alto vuelo presenciado en el rico historial de nuestra Fiesta.
Amar Azul fue la frutilla del postre, con sus 30 años de vigencia le puso mucho ritmo tropical a una noche para el recuerdo, donde todos bailaron sin distinción de edad, y se quedaron hasta el cierre, gracias a la complicidad del clima, que se adhirió al ver tanto esfuerzo de la comisión y el público que colmó el predio.
Hoy la vara queda elevada, pero a juzgar por lo de ayer la FNCC tiene un solo Destino, el ÈXITO.
Fotos: Gentileza Sebastián Treboux
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