En Bahía Blanca: Desarrollan un filtro solar que también es repelente y antiinflamatorio

El producto, denominado "Reprotector UV", está en fase de ensayos

en el Instituto de Química del Sur, dependiente de la UNS y el Conicet. 

Un protector solar con efecto repelente y acción antiinflamatoria se encuentra en etapa de desarrollo en Bahía Blanca, en una iniciativa llevada adelante por investigadores del Instituto de Química del Sur, dependiente de la UNS y el Conicet, junto con la colaboración de una microempresa cosmética local. 

 

Se trata de una emulsión con factor de protección 30 que, además de proteger contra los rayos UV, contribuiría a evitar la transmisión de enfermedades como dengue, zika y chikungunya al impedir la picadura de mosquito. También contiene propiedades antiinflamatorias para el caso de heridas y al ser antioxidante, previene el daño en las células y el consecuente envejecimiento, según se indicó desde la UNS.

 

El producto, denominado "Reprotector UV", estará desarrollado con productos naturales, tales como derivados de plantas, y se prevé que sea producido por una empresa local a mediana escala.

 

 

“Creemos que este protector multifuncional impactará positivamente en tres áreas clave: la salud pública, al prevenir enfermedades causadas por la exposición solar y el dengue; el desarrollo económico, al propiciar el crecimiento y expandir oportunidades de una microempresa bonaerense; y el sector de ciencia y tecnología, al generar actividades de transferencia de conocimiento”, explicó la doctora Verónica Lassalle, coordinadora del proyecto, en diálogo con Radio UNS.

 

La sede del proyecto está en los laboratorios de Nanomateriales Híbridos Aplicados (NanoHiAp) y de Sistemas Organizados y Desarrollos Analíticos (SIODA), en el complejo de la UNS de avenida Alem.

 

Participan en el desarrollo investigadores del Conicet que también son docentes de Química; becarios y una empresaria del rubro de cosmética natural. 

 

El grupo está compuesto por la profesora Belén Pérez Adassus, los licenciados Bruno Botelli y Cintia Fernández, la farmecéutica Veronica Volpe y los doctores Danielle Silva do Nascimento, Jorge Werdin y María Julia Martin. Son coordinados por los doctores Verónica Lassalle, a cargo de NanoHiAp y Marcos Grunhut, director del grupo SIODA y la ingeniera Analía Guerrero, titular de la firma bahiense “Peñenwen Cosmética natural”. 

Entre las especificaciones del producto, se indicó que contiene nanopartículas de óxido de zinc y dióxido de titanio, los únicos filtros UV aceptados para la elaboración de cosméticos naturales y orgánicos de acuerdo con los estándares internacionales COSMOS/EcoCert, aprobados también por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos.

 

"Ya hay estudios que señalan que estos filtros, además de presentar una mayor fotoestabilidad y eficacia, son seguros en cuanto a reacciones cutáneas adversas en bebés, niños y personas de piel sensible”, indicó Lassalle.

 

Además, la fórmula en desarrollo combina una mezcla que incorpora aceites esenciales reconocidos por sus propiedades repelentes e ingredientes naturales que proporcionan propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

 

En cuanto a su función de repelente de insectos, incorpora aceites esenciales provenientes de plantas aromáticas (como cymbopogon spp, ocimum spp y eucalyptus spp) que han demostrado ser eficaces contra diversos insectos que se alimentan de sangre, y proporcionar una barrera efectiva sin comprometer la seguridad y la salud humana.

 

En relación a los próximos pasos para lograr que el producto esté a disponible en el mercado, la investigadora detalló en diálogo con Télam que el objetivo a corto plazo es concluir la fase de ensayos y testeos con mosquitos y realizar pruebas adicionales para asegurar la eficacia y seguridad.

 

La siguiente etapa implicará abordar los aspectos regulatorios para obtener la aprobación de Anmat o de las entidades regulatorias provinciales; esto permitirá que la microempresa de cosmética natura pueda llevar a cabo una producción a mayor escala y finalmente comercializar el producto.

 

El proyecto forma parte del programa de Fondos de Innovación de la provincia de Buenos Aires (FITBA) convocatoria 2022. (La Nueva)

Escribir comentario

Comentarios: 0