Fuera de foco

Por Carlos Bodanza - Mañnas de Campo

El recorrido parece interminable, el calor agobia y desde el asfalto se levanta un vapor que no invita a la caminata. Sin embargo, las calles muestran cientos de gorros y sombreros, algunas sombrillas y el paso constante de los carritos eléctricos, los tractores con carros de tiro y algún colectivo propulsado también sin combustible, atestado de visitantes.

 

En cada lugar, en cada sitio, es posible ver alguien asombrado, tratando de entender “qué es lo que tiene adelante”, como si la maquinaria que allí venden y que debe usar ese productor, fuera de otra galaxia, esa es la imagen de esta suerte de brecha, que abrió la Expoagro respecto al promedio del productor Argentino.

 

Y claro, la pregunta la hacen los propios, en grupos y el gran temor –eso que solo en nuestro país puede ocurrir- es que crean que lo que allí se ve, es la foto actual del campo Argentino. Y la respuesta –al menos la personal y aplicable para Palermo, para Agroactiva y para cualquier megamuestra, es que ese es el potencial del campo Argentino, pero gran parte de los que la visitan, están completamente afuera de la foto.

 

Comparaciones podríamos hacer miles, acaso decir que Messi se crio en el Barza, o sus habilidades no son propias del promedio del jugador nacional, sería olvidarse de los Distéfano, de los Maradona, de los Batistuta, de los –porqué no decirlo- cientos de jugadores que han representado a nuestro país, siendo figuras en todo el mundo. Entonces, no son también la muestra de lo que en materia de fútbol podemos dar? Claro que sí, pero con algunas particularidades.

 

Somos un país fundido, hundido en el peor de los abismos, denigrados al fondo de la tabla de la confiabilidad, de la seriedad, de una imagen que gracias a los últimos gobiernos, solo es comparable con Cuba, Venezuela y los países más atrasados del planeta. No hay crédito, o al menos no hay créditos lógicos, sin creer que una tasa del 70% o más, nos convence porque la inflación está arriba de los 150% anual, es solo parte de nuestra patología, es creernos que algo es bueno, porque lo otro es tan aberrante, que nos parece pagable. Es un caso único en el mundo, no hay manera de comprar nada –o no debería porque igual la compran- bajo ese enfermizo número.

 

El problema no es Expoagro, ni la mayor tecnología del mundo, muchas de ellas creadas aquí, desarrolladas acá, probadas en estas pampas, exitosas en donde se las use y no hay fábrica, ni semillera, ni empresa que se dedique al agro en todo el mundo, que no quiera triunfar aquí, porque justamente estos famosos “gringos”, son los mejores del mundo en lo que hacen, pero claro, en uno de los peores países del mundo, si hablamos de condiciones de programación, planificación a futuro, inversión, crédito, fomento productivo, beneficios por exportación, etc etc. Aquí solo cabe las palabras, oligarca, retenciones, impuestos abusivos, distorsivos, aberrantes, frenos burocráticos, trabas, cupos, y toda una maraña que hace casi 50 años, le vienen tirando al productor, para que no haga lo que sabe hacer y sin embargo, siguen mostrando que son de los mejores competitivamente hablando, sin un solo guiño para hacerlo, ni siquiera clima han tenido.

 

Por eso Expoagro, Palermo, Agroactiva, son sin dudas una muestra exacta del mundo del Campo, pero simplemente, casi ninguna está a su alcance, no al menos del productor promedio, no hay manera de que un simple agricultor de mediana capacidad, pueda alcanzar una tecnología propia de un país en desarrollo, cuando aquí, no solo “no hay plata”: se la afanaron, se la siguen sacando al productor y como si fuera poco, en lo posible lo culpan, por sus capacidades. La foto es correcta, quienes estamos afuera, somos sin dudas, los que intentamos sacar el país adelante.

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