Es por acá

Por Carlos Bodanza - Mañanas de Campo

Quién no se llena de dudas por estos días? A quién no le hace ruido ver que los costos suben y suben, mientras que los ingresos están estancados, pierden su fuerza, no hay posibilidades de ahorro alguno –es más, quien tiene tal vez los está vendiendo-, todo parece poco a poco, ir tornándose más oscuro, sin embargo, cuando levantamos la mirada y entendemos de dónde venimos, las cosas se ponen claras en un segundo.

Durante años hemos hablado de la educación de su absoluta denigración, de los cientos de miles de carpetas médicas que andan polulando, de los miles de suplentes, reemplazos, de las horas de paros, de un sector que por formación, por relevancia, por ser quienes guían nuestro futuros –a muchos de nuestros hijos- deberían ser los más preparados, los de mayor inteligencia práctica, justamente ellos, poseen una docena de gremios, mostrando claramente su debilidad y su falta de coherencia. Por eso, simplemente de ver a Baradel, un desaparecido en democracia durante el último gobierno, nos lleva a plantearnos de que si el está en desacuerdo con la política actual, quienes tenemos dos dedos de frente, debemos decir, entonces vamos bien, es por acá.

Si el gremio más fuerte de la Argentina, ese que posee mejores hoteles que Abogados, Médicos, Arquitectos, ese que más allá del sacrificio de sus representados, ese que en ingresos –y está perfecto que los tengan- triplica o cuadriplica el de un médico de guardia, o el de un agente de seguridad pública, si justamente Moyano y compañía entienden que este gobierno ha tomado el camino equivocado, quienes queremos un país mejor, rápidamente entendemos que el camino es el correcto, todo lo que esté frente a uno de las mayores mafias sindicales, ese es el lugar de la gente honesta, en la vereda de enfrente.

Hay silencio, de Crisitina, de Massa, de un Kirchnerismo que solo ha resistido en uno de los peores gobernadores de una provincia destruida, fundida, vencida en su formato, con un conurbano obeso y enfermo, con su ideología piquetera y de punteros, con manotazos de ahogado como el impuesto inmobiliario, el de la patente, con intendentes que quieren recaudar y recaudar, para no entregar los miles de parásitos que pusieron en cargos inventados, en estructuras que con una pantalla y un teclado son fácilmente reemplazables. Por eso, por Cristina muda y Axel enojado, más que nunca, es por acá, no caben dudas de que no hay otro camino.

No me gustan las formas, no me interesa un Presidente en las redes, no me atrae un tipo que se burla, como tampoco me es indemne que las cosas se cierren por cerrar, es el paralelo del prohibir por prohibir, cuando la palabra es regular, o cuando lo que debe hacerse, es controlar, revisar, sacar lo inútil, lo inservible, lo corrupto y rescatar lo mejor de cada lugar, de cada organismo, estoy seguro que no pueden ser todos malos, y que muchos formatos nacidos “por contrato”, es parte de una falencia del estado, no es un problema de que están por estar.

Por eso cada día, cuando veo que cae la inflación, que no hay corridas cambiarias, que el almacenero me dice que el ya no compra porque no quiere pagarle “boludeces” al distribuidor, cuando todos entendemos que el trabajo es importante, que la salud es un derecho de quienes nacimos y poblamos estas tierras –no los que vienen de paso-, que tenemos que hablar de seguridad en serio, que la represión es un invento de los que prefieren el caos, que el gran problema del país es el costo Argentino y que sobre todas las cosas cuando la vieja frase de la abuela comienza a tener sentido, “quien mal anda mal acaba”, me digo y me repito, “es por acá”.

Memoria, pero la de en serio, la que no tiene hipocresías, la que entiende que realmente estábamos mal, pero nos mentíamos a nosotros mismos de que sacándole al resto, podíamos estar bien.

Es por acá, a mi gusto, todavía falta que la “casta” empiece a pagar algo, por ahora, vamos pagando entre todos menos ellos. Cuando algún día les toque a ellos –esa es aún la deuda pendiente- podré decir definitivamente, por acá era.