Los amantes de Jurassic Park

Por José Luis Ibaldi - Mañanas de Campo

En nuestro país permanentemente nos encontramos con dirigentes políticos -especialmente del peronismo- a los que les encanta vivir en Jurassic Park. Por su pensamiento y acciones que atrasan el reloj, son clones de dinosaurios que aparecen de tanto en tanto, queriendo exhumar algún resabio del pasado y aplicarlo en el presente.

 

En noviembre venidero se vence la concesión de los primeros 30 años otorgada a Terminal Quequén y hasta ahora no hubo acuerdo para renovarla. Y ahí el Gobierno provincial, escaso de divisas, pretendería entrometerse en la cadena de comercialización mediante la figura de una “Junta Provincial de Granos”, “un instrumento que la historia demuestra lo nocivo que podría ser para la actividad”, al decir de las Sociedades Rurales del Sudeste bonaerense.

 

De comenzar a tomar forma esta licitación exprés que pretende realizar la presidente del Consorcio de Gestión de esa estación marítima, a la sazón funcionaria del Gobierno bonaerense, sentaría un mal precedente y transformaría al gobernador Kicillof en un clon de Tyrannosaurus rex saliendo de caza por la costa bonaerense.

 

Los que peinamos canas sabemos lo que significa tener, una vez más, un organismo público de regulación del mercado de granos. ¿Sabrá Kicillof que fue un instrumento nacido en el gobierno conservador del general Agustín P. Justo? También utilizó esta figura Perón, pero bajo la forma del Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI). En todos los casos, no hubo buenos resultados porque las intervenciones del comercio de granos lejos de ayudar perjudican a los productores y a toda la cadena.

 

Lo notable es que tanto la presidente del Consorcio de Gestión del Puerto Quequén como el gobernador, ignoran o pasan por alto a sabiendas que el proceso licitatorio para la concesión del operador de esa Terminal debe darse respetando las condiciones en los pliegos y bases que surgen de la Ley 23.696 y que a través del decreto 351/92 se establece el marco regulatorio y la necesidad de efectuar un procedimiento de licitación pública nacional e internacional para el operador de esta. Y si no se llega con los tiempos administrativos a consensuar los pliegos, se debería prorrogar la concesión hasta tanto estén disponibles los mismos.

 

Parece que los Tyrannosaurus rex actuales anda faltos de olla, y apelan desesperados a buscar recursos a como venga. Aquí se denota que tienen incapacidad visceral para el diálogo, para la discusión, para el intercambio de opiniones. Les gusta las artimañas. Las tablas de valores de la civilización republicana y democrática le son ajenas. Las verbalizan, las manipulan, las invocan, pero no las sienten ni las viven.

 

Una vez más, estamos ante Jurassic Park. Esta película ya la vi y sé cómo termina, pero en este nuevo filme bonaerense, el Tyrannosaurus rex podría morir de inanición.

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